Reportaje publicado por el periódico ¨ Frontera ¨.

Serán trasladados a un asilo

Rescatan a 65 abuelitos de la calle

Said Betanzos

jbetanzos@frontera.info

Tijuana B.C.(PH)

La Secretaria de Desarrollo Humano trasladó a un asilo de ancianos a 65 personas de la tercera edad que deambulaban por las calles del primer cuadro de la ciudad y la Zona Norte.

El titular de la dependencia, José Guadalupe Bustamante Moreno, comentó que de acuerdo a las entrevistas realizadas a estos abuelitos, todos fueron abandonados en la vía pública por sus familiares.

“La familia los echa afuera por considerarlos una carga, se deshacen de ellos porque son personas grandes que necesitan mayor atención”, refirió.

El funcionario indicó que a quienes llevaron al asilo El Refugio, el cual está a cargo del pastor Jesús Mondragón, tienen como mínimo 75 años de edad y la gran parte son mujeres.

La mayoría de ellos vivían gracias a las limosnas que recibían de parte de los turistas y las personas que transitan por la zona Centro, refirió el secretario.

Los 65 abuelitos, mencionó, realizaban todas sus actividades en la calle, dormían en las esquinas y debajo de las bancas que están en las paradas de los autobuses.

Con apoyo del DIF municipal lograron rescatar a estas personas de la tercera edad y apoyarlas con un techo digno donde vivir, expuso Bustamante Moreno.

Adelantó que en la ciudad sólo queda una abuelita que deambula en la zona Centro y a quien apenas detectaron este martes pero acudirán por ella.

Estas personas no tienen padecimientos psiquiátricos, simplemente fueron abandonados por su familia, expuso el funcionario.

Nota Publicada: 11/8/2004 17:5 pm

Llegan voluntarios a El Refugio

Un grupo de voluntarios convocados por El Latino llevaron decenas de cobijas y donativos al asilo El Refugio

Por Alejandro Maciel
amaciel@ellatino.net
El Latino

La jornada empezó una semana antes. Más de un centenar de personas acudieron al llamado de El Latino y se volcaron a ayudar al asilo de ancianos El Refugio, en la vecina ciudad de Tijuana.
Desde muy temprano por la mañana del domingo pasado, empezaron a llegar los voluntarios.
La idea inicial era estar allá a las 11:00 de la mañana, pero el tiempo empezó a pasar a toda prisa.
Los autos de los voluntarios empezaron a recibir los donativos. Cobijas, sacos de arroz, de frijol, rollos de papel higiénico, chamarras, galones de aceite para cocinar y mil cosas más.
Antes de partir se hizo una junta general con los voluntarios para definir los objetivos de la visita. Lo primero era hacer un inventario de lo que tienen y lo que no tienen, en segundo lugar se establecieron varios grupos para hacer una limpia generalizada de los cuartos de los ancianos y en tercer lugar, tres voluntarias fueron seleccionadas para iniciar un expediente médico de cada unos de los ancianos.

Un trabajo enorme
La caravana se encaminó a las 11 de la mañana a El Refugio. Todos los autos cruzaron sin problema alguno la frontera y de ahí se encaminaron por la carretera internacional rumbo a Playas de Tijuana. Una vez en el libramiento, se enfrentaron al pesado tráfico de la zona. Por fin, a las 11:30 de la mañana, los autos empezaron a llegar a El Refugio.
Ahí, el pastor Jesús Mondragón recibió a los integrantes de la caravana y de inmediato se pusieron en marcha las brigadas. El primer grupo se dirigió a la enfermería para empezar la clasificación de los medicamentos y desechar los que ya estuvieran caducos. Ese mismo grupo empezó uno de los trabajos más difíciles: iniciar el expediente médico de cada uno de los habitantes de El Refugio. Como se esperaba, la recopilación de los signos vitales arrojó lo que todos temían: la mayoría de los ancianos está enfermo, algunos con problemas de presión alta, otros con diabetes, muchos con problemas respiratorios por las bajas temperaturas.
La brigada de limpieza por su lado, tenía frente a si una labor titánica. La idea era limpiar cada cuarto, cambiar las cobijas y poner las nuevas que llevábamos. La tarea consumió mucho más tiempo y recursos de lo pensado, porque cada habitación era un mundo por limpiar. El piso y las paredes pedían a gritos una buena lavada, pero lo más difícil fue cambiar las camas, con los ancianos en ellas, porque había que moverlos entre varias personas y con muchos cuidados.
Un tercer grupo se dedicó a descargar las camionetas y a levantar un inventario de todos los donativos entregados por los lectores de El Latino.

Late el Corazón Latino
Por la Redacción

El año pasado el personal de El Latino inició una campaña para ayudar en diciembre a más de 240 niños. En esta ocasión se decidió ayudar de manera permanente a el asilo de ancianos El Refugio.
“No queremos que la ayuda fluya en diciembre y al cabo de unos días las cosas vuelvan a ser como antes”, dijo Alejandro Maciel, gerente general de El Latino, al hacer un llamado a la comunidad para que participe activamente en una organizaciónn llamada “Corazón Latino”, que coordinará y canalizará los esfuerzos de los lectores, para ayudar a estos ancianos.
A través de Corazón Latino se formarán brigadas que participarán en diferentes áreas, como salud, higiene, construcción, alimentos, mantenimiento, etcétera. “La idea es que cada quien ponga su grano de arena, en el área que prefiera”, dijo Maciel. “Habrá quienes no puedan bañar a un anciano, pero tal vez sean muy buenos contruyendo un cuarto, todos son necesarios”.
Si desea participar hágalo ya sea donando tiempo o donando cosas como ropa (la más útil son los pants), alimentos, medicinas, dinero, materiales de construcción.

Para mayores informes comuníquese con Alejandro Maciel o Moisés Acosta en El Latino al (619) 426-1491.